TEMA 2:LA HUMANIDAD Y EL MEDIO AMBIENTE
1.
RECURSOS
NATURALES E IMPACTOS AMBIENTALES
1.1.
RECURSO NATURAL
Recurso natural es todo aquello que la humanidad obtiene de la
naturaleza para satisfacer sus necesidades físicas básicas y otras necesidades
fruto de sus apetencias o deseos.
Reserva es la cantidad total de un recurso cuya explotación se
considera económicamente rentable.
Los recursos naturales se dividen en:
·
No renovables: Recursos que
existen en cantidades fijas sobre la corteza terrestre, ya que al depender de
los procesos geológicos, se generan durante lapsos de tiempo muy largos, como
los combustibles fósiles y los recursos minerales.
·
Renovables: Recursos que por
más que se utilicen no se agotan, como la energía solar, el viento, las olas,
etc.
·
Potencialmente renovables:
Recursos que son repuestos por los procesos naturales en un tiempo
relativamente corto, como los peces, los bosques, el aire limpio, el agua de
los ríos, la biodiversidad, etc. Se añade el término potencialmente para
indicar que, si estos recursos se usan masivamente, sobrepasando su velocidad
de regeneración, pueden llegar a agotarse.
1.2.
IMPACTO
AMBIENTAL
Se entiende por impacto ambiental cualquier modificación tanto en
la composición como en las condiciones del entorno introducida por la acción
humana, por la cual se transforma su estado natural y, generalmente, resulta
dañada su calidad inicial.
1.2.1.
CAUSAS
Las causas más frecuentes de los impactos ambientales son:
·
Cambios en los usos del
suelo: Agricultura, ganadería, industria, deforestación, urbanización,
construcción de infraestructuras.
·
Contaminación: Emisión de
sustancias a la atmósfera, vertidos a las aguas, residuos al suelo, ruidos,
cambios térmicos, radiaciones.
·
Cambios en la biodiversidad:
Introducción de especies foráneas, comercio de especies protegidas, caza y pesca
abusiva.
·
Sobreexplotación:
Sobrepastoreo, extracciones masivas de recursos naturales, caza y pesca
abusivas
·
Abandono de actividades
humanas: Al emigrar a la ciudad, los campesinos abandonan sus tierras, que, por
falta de cuidado, se deterioran por erosión.
1.2.2.
CLASIFICACIÓN
En función del sistema que se ve afectado:
·
Sobre el agua: Contaminación
de las aguas continentales, contaminación de los mares, sobreexplotación de los
acuíferos superficiales y subterráneos, salinización de acuíferos subterráneos
por la infiltración de agua marina.
·
Sobre el relieve:
Modificaciones de sus formas naturales debido a obras públicas, minería,
industria o urbanismo.
·
Sobre el suelo: Erosión o
deterioro.
·
Sobre el paisaje: Deterioro
de su calidad visual.
·
Sobre la flora y la fauna:
Deforestación, exceso de caza y pesca, pérdida de hábitats naturales, pérdida
de biodiversidad y extinción de especies.
·
Sobre la atmósfera:
Contaminación del aire, ruido, alteraciones en el clima, lluvia ácida, agujero
de ozono.
Según su extensión territorial, los impactos ambientales se
clasifican en:
·
Locales: Son específicos y
afectan a un área del territorio muy delimitada.
·
Regionales: Se extienden por
amplias regiones y pueden afectar a varios países.
·
Globales: Se extienden por
extensas áreas geográficas o pueden llegar a la totalidad del planeta, por lo
que constituyen puntos prioritarios en los debates internacionales sobre
política ambiental. Impactos globales:
o
Pérdida de biodiversidad
o
Disminución de la capa de
ozono.
o
Aumento del efecto
invernadero y el cambio climático
o
La escasez de agua como
recurso.
2.
HISTORIA
DE LAS RELACIONES DE LA HUMANIDAD CON LA NATURALEZA
2.1.
SOCIEDAD
CAZADORA Y RECOLECTORA
Durante el Paleolítico, la humanidad estableció un
sistema de vida apropiado en cuanto a su relación con la naturaleza. Las
personas aprendieron a compartir alimentos, dividirse el trabajo, organizarse
en los desplazamientos y en torno a su campamento base. Se adaptaron al entorno
como cualquier otro depredador, es decir, sin apenas modificarlo. Si se
agotaban los vegetales que consumían o los animales que cazaban, morían o se
veían obligados a emigrar. El número de personas de la población estaba
determinado por la capacidad de carga del lugar donde habitaban.
La humanidad cazadora- recolectora constituía un
subsistema totalmente incluido dentro del sistema natural y, como tal, sus
entradas por consumo de materia y energía estaban supeditadas a las
disponibilidades del entorno, por lo que los impactos eran mínimos. Aunque se
le achaca la desaparición de ciertas especies animales, se cree que fue el
cambio climático el principal responsable de esta desaparición. El ingenio
humano le llevó a desarrollar un profundo conocimiento del medio, lo que le
permitió sobrevivir en climas extremos, descubrir plantas que le servían de
alimentos y medicinas, encontrar agua, predecir el tiempo, confeccionar los
vestidos con los que abrigarse y construir útiles de caza y pesca y medios de
transporte.
El sistema energético que mantenía a la sociedad
cazadora- recolectora era el alimento que consumía (energía endosomática,
interna o metabólica), de origen solar, a partir del cual obtenía diariamente
unas 2500 kcal. El trabajo humano era posible con el consumo de parte de esa
energía exosomática o externa, de origen solar, como el fuego, que le sirvió
para calentarse, cocinar, alumbrarse y para mantener alejados a los animales.
2.2.
SOCIEDAD
AGRÍCOLA Y GANADERA
La sociedad agrícola comenzó en el Neolítico. Se
trata del cambio tecnológico de mayor relevancia para la humanidad, ya que se
redujo su dependencia directa de la naturaleza para conseguir alimentos. El ser
humano pasó de ser un subsistema incluido en el sistema natural, a constituir
un sistema independiente; importador de materia y de energía.
El consumo energético experimentó un ascenso, ya
que el gasto de energías exosomáticas se elevó considerablemente. Así el
consumo de leña como combustible y para la fabricación de carbón vegetal, se
añadió el trabajo animal, el uso de la energía eólica para mover molinos y
barcos de vela y el de la energía hidráulica para impulsar molinos y sistemas
de riego. Sin embargo, todas las energías empleadas eran renovables y
procedentes, directa o indirectamente, del Sol.
Además las salidas del mismo originadas por el
gasto energético solo podían ascender hasta igualar, pero nunca superar, a las
entradas energéticas procedentes de la solar.
Las mejoras tecnológicas hicieron posible que la
humanidad comenzara a fundir metales para la fabricación de herramientas
metálicas e instrumentos de labranza, como el arado, la azada y la herradura,
etc. Estos instrumentos proporcionaron una mayor eficacia en las labores
agrícolas, lo que posibilitó la explotación de nuevas tierras y la producción
de alimentos suficientes con los que mantener a un mayor número de personas.
Por otra parte, al conseguir más beneficios
económicos, se propulsaron las mejoras tecnológicas con el fin de fabricar
nuevas herramientas.
Los excedentes de alimentos permitieron que
algunas personas pudieran dedicarse a labores distintas de la agraria. Así, se
sientan las bases de un gran cambio social, se produce una rápida
estratificación de la sociedad y se impulsa la creación de grandes imperios
basados en monopolios.
La aparición de la tecnología del hierro también
tuvo consecuencias negativas para el medio ambiente, ya que dio lugar a
notables cambios en los ecosistemas naturales. Muchos bosques fueron
sustituidos por pastos, para obtener el forraje con el que alimentar el ganado
y por cultivos para la creciente agricultura. Esto fue lo que ocurrió en toda
la cuenca mediterránea. Como consecuencia de ello, el suelo quedó desprovisto
de árboles y se tornó incapaz de retener agua, que escapó hacia la atmósfera o
se precipitó pendiente abajo por la superficie del terreno, lo que dio lugar a
un clima más seco.
Una vez deteriorado el suelo, los pueblos tuvieron
que colonizar nuevas tierras para encontrar nuevos terrenos para su
explotación. Así comienza la época de los grandes descubrimientos, como el de
América, lo que acentuó aún más el proceso de deforestación.
La población experimentó un fuerte crecimiento
durante esta época, alcanzando un máximo que se mantuvo controlado por la
capacidad de carga marcada por la cantidad de recursos y de espacio
disponibles.
El número de personas de la población se mantenía
estable, porque su crecimiento estaba controlado por los bucles de
realimentación negativa, como las guerras o las pestes, y por la emigración a
nuevas tierras habitadas por sociedades menos evolucionadas.
2.3.
LA
SOCIEDAD INDUSTRIAL
Antes de la Revolución Industrial el agricultor
valoraba los recursos naturales, sabía que su cosecha dependía del sol, de la
lluvia, del suelo, del clima y de su propio trabajo; es decir, de sí mismo y de
la naturaleza. Cuando comenzaron a trabajar en las fábricas, en las granjas y
campos industrializados, las personas cambiaron su modelo mental, olvidando su
dependencia de la naturaleza y llegando a pensar que los recursos eran
ilimitados, comenzando así su derroche.
Se comenzó a sustituir la energía hidráulica por
la quema de madera y, posteriormente, por carbón mineral, cuando los bosques
ingleses se pusieron en peligro de agotamiento. El carbón fue el combustible
más utilizado para la máquina de vapor ya que es un combustible muy eficaz que
permitía la transformación de la energía del carbón en energía mecánica
directamente utilizable en las fábricas y que propició la sustitución de las
anteriores fuentes de energía renovables por los combustibles fósiles. A
principios del siglo XX, el carbón comienza a ser sustituido por petróleo y por
sus derivados, de más fácil manipulación y utilización.
Esta época supone unos cambios muy drásticos. Se
consume mucha materia y, por primera vez en la historia de la humanidad, el
sistema energético que mantiene a la sociedad deja de ser estacionario, ya que
las salidas por uso son muy superiores a las entradas. Esto se debe a que las
energías dependientes del Sol son imposibles de gastar a mayor velocidad con la
que se generan.
Sin embargo, con los combustibles fósiles este
panorama cambia, ya que solo tienen flujo de salida, pero no de entrada, porque
no se regeneran, lo que significa que tardan millones de años en hacerlo por
depender de los ciclos geológicos.
La agricultura no permaneció al margen de la
Revolución Industrial y pasó de ser
tradicional a mecanizada. Este tipo de agricultura se basa en la implantación
de grandes cultivos, que se trabajan con la ayuda de la maquinaria movida por
combustibles fósiles, utilizando semillas seleccionadas genéticamente,
plaguicidas para combatir las plagas, herbicidas para eliminar las malas
hierbas, fertilizantes químicos e ingentes cantidades de agua para el riego.
Todo ello conduce a una intensa deforestación que acentúa los procesos de
erosión de los suelos, el agotamiento del agua y la contaminación de todos los
medios. La agricultura mecanizada requiere menos trabajo humano y, por ello, la
población rural tuvo que abandonar el campo y se concentró en grandes ciudades,
en las que estaban las fábricas.
Mejoraron los sistemas sanitarios y las
condiciones de vida, hecho por el que la población humana experimentó un
vertiginoso crecimiento llegando a superar los 6000 millones de habitantes
actuales y acercándose peligrosamente a la capacidad de carga de la Tierra para
mantenerla.
El consumo energético ascendió hasta unas 250 000
kcal por persona y día, es decir, cien veces superior a la obtenida diariamente
a través del alimento.
Por otra parte, las personas, deslumbradas por los
avances tecnológicos debidos a su ingenio, empezaron a pensar que ellas y su
tecnología lo podrían todo.
3.
FUNCIONES
ECONÓMICAS DE LOS SISTEMAS NATURALES. LA CRISIS AMBIENTAL
Todos los recursos naturales empleados para el
funcionamiento del sistema económico que nos mantiene dependen del sistema
ecológico, constituido por la energía solar y por el capital terrestre.
También dependen del sistema ecológico el
reciclado de los desechos, la purificación de las aguas contaminadas y la
reducción de la polución del aire y otros impactos ambientales resultantes de
los procesos industriales llevados a cabo por el sistema económico.
El sistema económico ha de estar sometido a las
limitaciones impuestas por el sistema ecológico, tanto por las entradas, que
dependen de los recursos planetarios; como de las salidas, que dependen de la
capacidad de reciclado de residuos que tengan los sumideros planetarios.
3.1.
LA
CRISIS AMBIENTAL
La crisis ambiental se pone de manifiesto por los
siguientes problemas ambientales:
·
Crecimiento exponencial
de la población y concentración de la misma en grandes ciudades, lo que
conlleva otros problemas, como marginalidad, inseguridad y pobreza.
·
Consumo
acelerado de recursos que amenazan con superar la capacidad del sistema
ecológico para generarlos.
·
Contaminación
del aire de nuestras ciudades.
·
Aumento de la
concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que da lugar a
una serie de problemas, conocidos como cambio climático, es decir, aumento
generalizado de las temperaturas, deterioro de las cosechas, agravamiento de
los huracanes y las tormentas, olas de frío y calor, sequías, propagación de
enfermedades, etc.
·
Incremento en
la generación de residuos por persona, cuya cantidad se ha triplicado en los
países desarrollados en los últimos 20 años.
·
Deterioro
generalizado por contaminación de todos los recursos renovables.
·
Aumento del
estrés hídrico en todo el planeta, que ya afecta gravemente a 20 países.
·
Degradación
de los suelos por prácticas agrícolas inadecuadas y exceso de pastoreo.
·
Destrucción
por tala de los bosques.
·
Extinción de
las especies animales y vegetales.
·
Agotamiento
de la pesca por sobreexplotación.
·
Aumento de
las diferencias entre los países desarrollados y de los que están en vías de
desarrollo, con el correspondiente aumento de la pobreza, la inmigración, la
marginalidad y la deuda externa.
·
Agravamiento
de los riesgos naturales, con un aumento notorio del número de muertos y
damnificados en cada uno de ellos, debido a la ocupación masiva de las áreas
susceptibles de padecerlos.
4.
DIFERENTES
ALTERNATIVAS ANTE LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL
Los modelos de desarrollo que pueden adoptarse son
tres:
·
Explotación
incontrolada: Prima el desarrollo económico al margen de la preservación del
medio natural.
·
Conservacionismo
a ultranza: Prima la conservación del medio natural sobre el desarrollo
económico.
·
Desarrollo
sostenible: Busca el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación
del medio natural
4.1.
LA
EXPLOTACIÓN INCONTROLADA
La explotación incontrolada se basa en la
generación de riqueza y bienes de consumo que promuevan un crecimiento
económico o desarrollo económico sin tener en cuenta el deterioro del medio
natural, es decir, se basa en la consideración del sistema económico al margen
del sistema ecológico.
En este sistema económico, se liberan muchos
residuos y se producen otros impactos ambientales. Todos estos costes
ambientales se denominan costes ocultos.
Se denominan costes ocultos o insumos a unos
gastos ambientales que no suelen contabilizar en el precio de los productos y
que provocan efectos nocivos en el medio ambiente, en la sociedad o en la salud.
4.2.
CONSERVACIONISMO
A ULTRANZA
La disminución en las reservas de muchos recursos
no renovables, la limitación de los renovables como el agua, el número creciente
de especies en peligro de extinción, la concentración de la contaminación y el
agotamiento de las tierras por la expansión agrícola habían llegado a
convertirse en serias amenazas.
Poco a poco todo el mundo comenzó a tomar
conciencia del precio que estábamos pagando por el progreso económico y, por
todo ello, se concretó en la Conferencia de la Naciones Unidas para el Medio
Ambiente celebrada en Estocolmo en 1972. Se puso por primera vez de manifiesto
que la única manera eficaz de abordar los problemas ambientales es desde un
punto de vista global.
Sin embargo, se abrió una profunda brecha entre
los países: los industrializados o ricos y los no industrializados o pobres.
Estos últimos proporcionaban materias primas necesarias en la fabricación y
compraban los productos manufacturados al Norte. La dialéctica Norte- Sur se
hizo muy difícil, pues les preocupan diferentes problemas.
A los países ricos les preocupaba la contaminación
debida a su industrialización y habían empezado a valorar que el medio ambiente
natural favorece la salud. Por otra parte, los habitantes de estos países
habían comenzado a dudar de los dos postulados básicos de su etapa de
desarrollo industrial: la omnipotencia del ser humano y la idea de la
omnipotencia de la naturaleza.
A los países pobres les interesaba desarrollarse
económicamente para erradicar la pobreza de su creciente población y para
paliar su ruina económica, debida a una deuda externa cada vez más cuantiosa.
Esta divergencia se puso de manifiesto en las soluciones propuestas por cada
uno de ellos.
Los países industrializados propusieron detener el
desarrollo, es decir, el conservacionismo a ultranza, cuyo objetivo era detener
el avance económico para evitar daños en el entorno, proteger el medio ambiente
mediante medidas restrictivas, evitar la superpoblación y el agotamiento de
recursos.
Sin embargo, no interesaron en absoluto a los
países pobres, que luchaban por conseguir los recursos básicos con los que
mantener a su ingente población y que demandaban para sus países un desarrollo
económico como el del Norte.
4.3.
DESARROLLO
SOSTENIBLE
El desarrollo sostenible o sostenibilidad, se
define como la actividad económica que satisface las necesidades de la
generación presente sin afectar la capacidad de las generaciones futuras de
satisfacer sus propias necesidades.
Las dos palabras que componen la anterior
definición tratan de aunar el desarrollo económico de todas las naciones con el
cuidado del medio natural, para que pueda mantenerse para las generaciones futuras.
Triple dimensión de la sostenibilidad:
·
Sostenibilidad
económica, que implica: el crecimiento industrial, el crecimiento agrícola, el
rendimiento financiero, la remuneración de los empleos, satisfacer las
necesidades de los hogares y las contribuciones a la comunidad.
·
Sostenibilidad
ecológica, que implica: aire y agua limpios, preservación del suelo,
conservación de los recursos naturales, de la integridad de los ecosistemas y
de la diversidad ecológica.
·
Sostenibilidad
social, que implica: el beneficio público, la equidad laboral, la
participación, la autodeterminación, el trato digno a los empleados, la
preservación de las culturas y la salud de los seres humanos.
En la cumbre de Río de Janeiro de 1992 se plasmó
esta idea en una declaración de principios y se concretó en el documento
llamado Agenda 21, en el que se exponen las estrategias necesarias para
alcanzar el desarrollo sostenible en el siglo XXI.
Estas estrategias se basarían en:
·
Una gestión
global, sin fronteras ni diferencias entre países.
·
Equiparar la
calidad de vida de todas las personas.
·
Gestionar
mejor los recursos.
·
La protección
de los ecosistemas.
Los países ricos se comprometieron a reducir su
consumo energético y la contaminación, y a destinar un 0,7% del PIB a propiciar
un desarrollo sostenible en el Sur. Este habría de proteger sus bosques y
propiciar su desarrollo sostenible con la financiación aportada por el Norte
que, lejos de ser la estipulada, se ha visto reducida a la mitad, según un
informe de la Conferencia Internacional Río + 10, celebrada en Johannesburgo en
septiembre de 2002.
Los principios para alcanzar el desarrollo
sostenible son los siguientes:
1.
Principio de
recolección sostenible: Para el uso de un recurso potencialmente renovable sea
sostenible, la tasa de consumo de dicho recurso ha de ser igual o inferior a su
tasa de renovación.
2.
Principio de
vaciado sostenible: Para que la explotación de un recurso no renovable sea
sostenible, su tasa de vaciado por consumo debe ser igual o inferior a la tasa
de creación de nuevos recursos renovables que puedan sustituirlos cuando se
agoten.
3.
Principio de
la emisión sostenible: La tasa de emisión de contaminantes ha de ser inferior a
la capacidad de asimilación o reciclado natural de los mismos llevada a cabo
por parte del entorno.
4.
Principio de
selección sostenible de tecnologías: Se trata de favorecer el empleo de nuevas
tecnologías más limpias y más eficientes, es decir, que se aumente la cantidad
aprovechable por cada unidad de recurso empleado. Se han de promover los cambios
necesarios para permitir la sustitución de los recursos no renovables por otros
que sean de tipo renovable.
5.
Principio de
irreversibilidad cero. El objetivo es actuar con precaución a fin de que se
reduzcan a cero los impactos ambientales que puedan originar daños
irreversibles en el entorno.
6.
Principio de
desarrollo equitativo: Además de garantizar el desarrollo de generaciones
venideras, se trata de fomentar la solidaridad intrageneracional, es decir,
hemos de conseguir una mejor calidad de vida de todos los habitantes del
planeta.
5.
ÍNDICES
DE MEDIDA DE LA SOSTENIBILIDAD
5.1.
EMPLEO
DE INDICADORES AMBIENTALES
Un indicador ambiental es una variable o
estimación ambiental que aporta información sobre el estado o la evolución de
un problema ambiental concreto y que puede ser utilizado durante el proceso de
toma de decisiones con el fin de aportar el tipo de medidas más adecuadas para
abordarlo y paliarlo. Objetivos:
·
Preservar los
ecosistemas naturales: sostenibilidad ecológica
·
Evitar el
agotamiento de los recursos naturales: sostenibilidad económica.
·
Velar por la
salud y el bienestar humano: sostenibilidad social.
5.1.1.
TIPOS
DE INDICADORES
Tres tipos de indicadores:
·
Indicadores
de presión (P): Reflejan la presión directa o indirecta que ejercen las actividades
humanas sobre el medio ambiente.
·
Indicadores
de estado (E): Describen los efectos derivados de la presión concreta sobre la
calidad del medio. Nos dan la idea del impacto ambiental originado sobre el
medio ambiente.
·
Indicadores
de respuesta (R): Indican el esfuerzo político y social en materia de medio
ambiente. Sirven para marcar los objetivos y tomar decisiones sobre el estilo
de explotación deseado, a partir de la información extraída observando la
realidad.
5.2.
LA
HUELLA ECOLÓGICA
Es un indicador útil para evaluar el impacto
humano sobre el planeta y nuestro grado de sostenibilidad, de una forma
sencilla y comprensible.
“La huella ecológica es el área de territorio
(valorada en ha) ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bloques o
ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para
asimilar los residuos producidos por una población definida con un nivel de
vida específico indefinidamente, donde sea que se encuentre esta área” (William
Rees y Mathis Wackermagel)
En 2003 el valor medio de la huella ecológica
mundial estimado fue 2,2 ha por habitante al año. Teniendo en cuenta que ese
mismo año la cifra de habitantes del planeta alcanzó los 6,3 miles de millones
y que el área productiva total de la Tierra se estima en unos 11,2 miles de
millones de ha, cabe deducir que la capacidad ecológica de la Tierra es de 1,8
ha globales por habitante y año.
La precisión matemática de la huella ecológica es
escasa, pues se basa en datos poco exactos, ya que la cantidad de terreno productivo
necesario para cada una de las partidas varía en función de diversos factores,
como el clima o la fertilidad del suelo.
6.
PREVENCIÓN
Y CORRECCIÓN DE RIESGOS
Los riesgos naturales constituyen uno de los
puntos más preocupantes dentro de la crisis ambiental.
6.1.
DEFINICIÓN
Riesgo es toda condición, proceso o evento que
puede causar daños personales, pérdidas económicas o daños al medio ambiente.
Según dicha definición, el término riesgo se
aplica tan solo a una probabilidad aleatoria de que ocurra un evento concreto
que cause daños o pérdidas. Sin embargo se denomina:
·
Catástrofe,
si, una vez ocurrido el evento, los efectos sobre la población afectada son
notorios.
·
Desastre, si
el grado de destrucción es tal que la sociedad afectada precisa de ayudas externas.
·
Calamidad, si
el desastre se prolonga temporalmente.
La prevención de riesgos se ha constituido en uno
de los puntos prioritarios que se deben considerar dentro de la crisis
ambiental. Con la Conferencia de Río de 1992 comienza la toma de conciencia de
los peligros naturales y de sus efectos sobre la población, por lo que la ONU
declaró la década de 1990 como Decenio Internacional para la Reducción de los
Desastres Naturales, lo que desembocó en la elaboración de una Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres, en la que se insiste en la
necesidad de anticiparse a las catástrofes y de diseñar las estrategias
adecuadas para hacerles frente, para lo que se cuenta con la ayuda de las
tecnologías de predicción y prevención más avanzadas.
6.2.
TIPOS
DE RIESGOS
6.2.1.
RIESGOS
TECNOLÓGICOS O CULTURALES
Se producen como consecuencia del funcionamiento
normal de las máquinas, del uso habitual de productos químicos, a causa de
fallos humanos o debidos a modos de vida peligrosos.
6.2.2.
RIESGOS
NATURALES
Se deben a causas naturales y pueden ser:
·
Biológicos:
Son las enfermedades causadas por todo tipo de microorganismos infecciosos o
parásitos, pólenes o animales como avispas o serpientes venenosas.
·
Químicos:
Resultantes de la acción de productos químicos peligrosos contenidos en las
comidas, el agua, el aire o el suelo.
·
Físicos: Se
incluyen riesgos de diversa índole, tales como las radiaciones
electromagnéticas, el ruido, los incendios y los que exponemos a continuación:
o
Climáticos:
Son los asociados a fenómenos atmosféricos: tornados, huracanes, gota fría,
precipitaciones torrenciales, rayos, tormentas, granizo, heladas, ventiscas,
sequías, olas de frío, olas de calor, etc.
o
Geológicos:
Se deben a los procesos geológicos y se dividen en:
§ Geológicos internos: Son originados a consecuencia
de los procesos geológicos internos: volcanes y terremotos.
§ Geológicos externos: Se deben a procesos
geológicos externos y la mayoría de ellos presenta una mayor o menor
dependencia del clima.
o
Cósmicos: Los
procedentes del espacio, como la caída de meteoritos o las variaciones en la
radiación solar.
6.2.3.
RIESGOS
MIXTOS
Son el resultado de la alteración o la
intensificación de los procesos naturales debido a la acción humana.
6.3.
ANÁLISIS
Y MITIGACIÓN DEL RIESGO
Para estudiar y predecir el alcance de los daños
originados en el futuro por un determinado riesgo, es necesario conocer los
mecanismos de acción en el pasado y los distintos factores condicionantes del
mismo. No debemos caer en el error de pensar que se trata de un método
infalible, ya que la ocurrencia de un evento puede superar todas las
previsiones. Sin embargo constituyen la única manera por la que podremos
abordarlos y establecer las medidas preventivas o paliativas adecuadas a cada
caso. Los factores que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar un riesgo
son tres: peligrosidad, vulnerabilidad y exposición.
6.3.1.
LA
PELIGROSIDAD (P)
Es la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno
cuya severidad lo hace potencialmente dañino en un lugar determinado y dentro
de un intervalo de tiempo específico.
La peligrosidad se valora desde tres puntos de
vista:
·
La severidad:
Sirve para valorar la magnitud prevista de un determinado evento catastrófico,
que repercute en su capacidad de incrementar los daños. Se valora en parámetros
físicos, recurriendo a los datos extraídos del registro histórico y
clasificándolos en diferentes categorías o grados de peligrosidad. Hay técnicos
que lo valoran de una forma más sencilla, formulando tan solo dos tipos de
hipótesis en función de su peligrosidad:
o
Riesgo
máximo, en la que se registra la severidad alcanzada por el máximo suceso
histórico en la zona.
o
Riesgo medio,
que corresponde al suceso cuya severidad es la más frecuente en cuanto a su
presentación.
·
El tiempo de
retorno: Es la periodicidad o frecuencia en el tiempo con la que un riesgo se
repite y se determina recurriendo a datos referidos al pasado.
·
La
distribución geográfica: Se trata de localizar y delimitar las zonas
históricamente castigadas por un determinado fenómeno y señalar su extensión
territorial, ya que a más extensión, mayor población se verá afectada.
6.3.2.
LA
VULNERABILIDAD (V)
La vulnerabilidad es la medida del grado de
eficacia de un grupo social determinado para adecuar su organización frente a
aquellos cambios en el medio natural que incorporan riesgos. Aumenta en
relación directa con la incapacidad del grupo humano para adaptarse a los
cambios y determina la intensidad de los daños que puede producir.
6.3.3.
LA
EXPOSICIÓN (E)
La exposición o, como frecuentemente se denomina,
el valor, representa el total de personas o bienes expuestos a un determinado
riesgo.
La exposición puede ser de tipo social, de tipo
económico o de tipo ecológico.
6.3.4.
VALORACIÓN
DEL RIESGO
Se considera riesgo (R) al producto de la
probabilidad de ocurrencia o peligrosidad (P) de un desastre, por la
vulnerabilidad (V) en tanto por uno, de pérdidas o víctimas, y por la
exposición (E) en número total de víctimas o daños económicos potenciales (por
evento o año)
El riesgo se puede evaluar de dos tipos de
parámetros:
·
Cuantitativos:
En función del número de personas heridas o muertas o en función de pérdidas
económicas valoradas en euros, dólares, etc.
·
Cualitativos:
En función de la severidad de los daños económicos, sociales o ecológicos originados
, el riesgo se puede valorar en grados.
6.4.
PLANIFICACIÓN
DE RIESGOS
6.4.1.
PREDICCIÓN
Predecir es anunciar con anticipación. Una de las
medidas más empleadas para la predicción es la realización de mapas de riesgos,
que son representaciones cartográficas que suelen contener datos recogidos del
registro histórico sobre eventos anteriores: de la severidad o grado de
peligrosidad, de su distribución geográfica y de su tiempo de retorno.
Se suelen colorear con distinta intensidad los
lugares afectados según la severidad del evento.
También se pueden realizar mapas de los otros dos
factores de riesgo; incluso existen mapas elaborados valorando conjuntamente
los tres factores de riesgo, por lo que representan el riesgo total.
6.4.2.
PREVENCIÓN
Prevenir es prepararse con anticipación. La
prevención consiste en la aplicación de una serie de medidas adecuadas para
mitigar los daños o eliminar los efectos originados por los diferentes tipos de
riesgos.
Los mapas de riesgo se pueden aplicar también para
la representación y corrección de daños. Estas medidas pueden ser estructurales
y no estructurales.
·
Medidas
estructurales: Implican modificaciones de las estructuras geológicas o la
implantación de construcciones adecuadas. Están destinadas a reducir la
peligrosidad, aunque este factor es difícil de
reducir, ya que, con la excepción del caso de las inundaciones o de los
desprendimientos de laderas, pocas veces se puede rebajar la severidad de un
evento. Las medidas estructurales resultan más útiles a la hora de reducir la
vulnerabilidad, para lo que se utilizan técnicas o materiales de construcción
adecuados a cada tipo de riesgo. También sirven para reducir la exposición,
puesto que se pueden establecer los sistemas de vigilancia específicos para
cada tipo de riesgo.
·
Medidas no
estructurales:
o
La ordenación
del territorio: Serie de leyes que plantean restricciones en los usos del
suelo, prohibiendo o limitando los asentamientos humanos en las zonas de
riesgo, por lo que reducen la exposición. Resulta muchas veces de imposible
aplicación, ya que la población tiende a ocupar las áreas susceptibles.
o
Protección
civil: Serie de estrategias destinadas a la prevención y protección frente a
los riesgos. Objetivo doble: por un lado, reducir los daños; por otro, una vez
producidos estos, sirve para el restablecimiento del orden público. Cuenta con
sistemas de protección civil, como la instalación de sistemas de emergencia y
alerta y los planes de evacuación.
o
La educación
para el riesgo: Medida muy eficaz el hecho de que la población tenga una
información clara, precisa y objetiva sobre los problemas asociados a cada tipo
de riesgo, ya que así se reduce la vulnerabilidad y se pueden mejorar las
estrategias de prevención de los mismos.
o
El
establecimiento de seguros: En las zonas sometidas a un determinado riesgo se
suele recomendar o, incluso, obligar a las poblaciones a establecer seguros que
garanticen la restauración de los daños.
Análisis coste/ beneficio: Resulta una medida muy útil en el estudio de los riesgos. Consiste en comparar el coste económico que supondría aplicar las medidas de corrección del riesgo, con el beneficio resultante, valorando como la reducción del núm
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