AMBIENTÁNDONOS: El volcán Tombora y el año sin verano

El volcán Tambora es un estratovolcán (compuesto por una estructura imponente formada por grandes cantidades de minerales y con erupciones catalogadas como explosivas) con una altitud de 2850 m situado en la cordillera del Arco de Sonda en Indonesia, aunque antes de su erupción en 1815, su altitud sobre el nivel del mar era aproximadamente de 4300 metros. Se estima que este volcán se formó hace 57 000 años. Dicho volcán se encuentra situado a 340 km de la Fosa de Java y a 190 km encima de la zona de subducción, es decir, en una zona donde una placa se hunde debajo de otra.

La formación del volcán se debió al movimiento de las placas lo que provocó un aumento de la presión de la cámara magmática. Ante dicha presión, el magma salió al exterior dando como resultado la formación del volcán Tambora y de otros muchos. Hace 43000 años, formó una caldera que alcanzó los 4300 metros de altitud durante el Pleistoceno. A lo largo de los años, las erupciones fueron modificando su morfología.

El volcán Tambora ha presentado 7 erupciones registradas, aunque la más importante fue la de 1815, reconocida como una de las mayores erupciones de la historia y 10 veces más intensa que la del volcán Krakatoa en 1833.

El 10 de abril de 1815, el volcán erupcionó alcanzando una magnitud de 7 según el índice de explosividad volcánica después de 7 meses de exhalaciones. La nubes de cenizas emitida por la explosión se expandieron a más de 600 km de distancia del epicentro, llegando a tapar el sol durante 2 días completos. Además, la expulsión de flujos piroclásticos alcanzo los 150 km3 de volumen de piroclastos y en el océano, se formaron islas de lava, ceniza y materiales piroclásticos y trozos de cráter. EL volcán Tambora se partió por la mitad, pasando de tener una altitud de 4300 metros a una de 2850 metros.

La lluvia de cenizas (alcanzaron los 500.000 km2) destruyó los cultivos en Sumbawa, lo que trajo consigo las hambrunas que provocaron la muerte de 49.000 personas que junto a las víctimas mortales por los piroclastos y las nubes de ceniza (12.000) alcanzaron un número de 60.000 personas fallecidas.

Además, la erupción tuvo un gran impacto climático. Se liberaron grandes cantidades de dióxido de azufre a la estratosfera que se transformó en un polvo de ácido sulfúrico en aerosol que desencadenó el enfriamiento global del planeta. Las temperaturas cayeron de 1 a 2,5 grados Celsius, razón por la que al año 1816 se le conoce como “año sin verano”, hecho que trajo consigo consecuencias desastrosas para las cosechas. También se registraron tormentas de nieve cerca de los polos y lluvias torrenciales en los trópicos y el ecuador.

Un dato interesante sobre el volcán es que es conocido como el volcán que engendró a Frankenstein, pues la oscuridad provocada por la falta de luz solar como consecuencia de las nubes de cenizas y la destrucción de las cosechas sirvió como la atmósfera perfecta para las obras literarias de muchos autores, como ocurrió en el caso de Byron, autor de Frankenstein.